SDLG lanza su línea de motoniveladoras en Argentina y Uruguay
Siendo reconocida desde hace más de siete años en América Latina por sus cargadoras de ruedas y excavadoras, SDLG expande sus operaciones en el continente lanzando dos motoniveladoras de la marca. La compañía, que ahora oficialmente ingresa al sector de construcción de carreteras, trae a la Argentina y al Uruguay los modelos G9190 y G9220, conocidos por su confiabilidad, bajo costo de mantenimiento y productividad.
“Hoy en día, decenas de miles de dúmperes articulados están distribuidos en todos los continentes, dando más agilidad a la obras de todas las envergaduras y ayudando a mejorar la infraestructura de las ciudades y los países”, afirma Afrânio Chueire, presidente de Volvo CE Latinoamérica. El último lanzamiento realizado recientemente en Europa fue de la nueva serie H, que tiene el dúmper articulado más grande ya producido en serie, el A60H, con capacidad para la impresionante cantidad de 60 toneladas de carga.
En las últimas cinco décadas, los articulados transportaron incontables toneladas de tierra, grava y una infinidad de otros materiales en terrenos fangoso y arduos, resbaladizos, con pendientes pronunciadas o en entornos extremadamente difíciles. Volvo lidera el mercado, siempre innovando y lanzando versiones más modernas y productivas.
Constante innovación
“No es en vano que somos los líderes absolutos en este segmento. El dúmper articulado ha sido la mejor opción para las aplicaciones más exigentes y los terrenos más difíciles. Trabaja con el rendimiento más alto en una serie de diferentes aplicaciones. Está presente en la extracción de materiales, en canteras y minas, en la construcción pesada, en el movimiento de materiales e incluso en los sitios de tratamiento de residuos “, explica el presidente.
El desarrollo constante es una de las principales razones de la permanente popularidad de los articulados Volvo. La innovación está presente desde la época en que Volvo desarrolló este equipo revolucionario. “No ha habido ni siquiera una versión del dúmper articulado que se haya lanzado sin incluir cambios importantes para garantizar una mayor productividad en las operaciones y una mayor rentabilidad para el cliente”, concluye Boris Sánchez, gerente de soporte de ventas y aplicaciones de Volvo CE Latinoamérica.
Cinco décadas de constante innovación, tecnología y liderazgo
Volvo inventó el concepto del dúmper articulado y mantiene su liderazgo en el segmento ofreciendo lo que existe de mejor y más avanzado en este ámbito. Su gran cuota de mercado está vinculada a la innovación constante de los productos.
La historia del dúmper articulado Volvo es una sucesión de ideas creativas, mejoras tecnológicas y máquinas cada vez más productivas y económicas.
La ingeniería de Volvo ha seguido innovando desde que el simpático Carlitos Gravilla surgió en los años 60, con una capacidad de 10 toneladas de carga, hasta la versión más reciente de la marca, el A60H, capaz de cargar 60 toneladas.
En 1967, la marca lanzó el DR860, el primer camión articulado con un sistema de suspensión tipo bogie. La tracción se incrementó aún más con la adopción de un sistema con seis ruedas de tracción (6x6).
En la práctica, este cambio supuso una revolución en el concepto de transporte de carga y un enorme avance para las empresas que trabajan en esta área: este sistema hace que el material depositado en la caja del articulado permanezca nivelada y estable mientras las ruedas se desplazan por una superficie irregular, minimizando así los derramamientos. En 1970 surgió el DR860T, el primer articulado con un motor con turbocompresor.
La ingeniería de Volvo hizo literalmente acelerar la máquina unos años más tarde. Con la introducción del 5350, el modelo fue capaz de alcanzar los 50 km por hora, una velocidad sin precedentes para ese tipo de vehículos en esa época, gracias al eje delantero con suspensión y transmisión automáticas.
Nueva gama de productos
En 1986, la gama de productos se amplió con el lanzamiento de un dúmper más nuevo y aún más potente. El A20 estaba equipado con un motor de 188 caballos de fuerza y tenía una capacidad de 20 toneladas de carga. Dos años más tarde, Volvo se actualizó una vez más a través del A35, que tenía una capacidad de 35 toneladas y cuya transmisión estaba equipada con retardador, una tecnología que reduce el desgaste de los frenos.
Por otra parte, en 1993 se promovió una renovación importante a través de la serie C, con modelos con motor de bajas emisiones, transmisión totalmente automática y 100% de bloqueo del diferencial. La marca innova a lo largo de la década y aumenta la productividad con la introducción de la clase de articulados para 40 toneladas. El mercado recibe entonces el A40, impulsado por un potente motor de 400 caballos de fuerza y equipado con frenos de disco húmedo refrigerados en baño de aceite.
Repitiendo el éxito anterior
Más grandes, más robustos, más confiables y fáciles de operar, ambientalmente más correctos y más seguros para el operador, los camiones de la serie D lanzados en el 2000 repiten el éxito de las versiones anteriores. Con capacidades de carga entre 24 y 37 toneladas, los modelos de la serie D (A25D, A25D 4x4, A30D, A35D y A40D), estaban dotados de una cabina amplia y confortable, y no necesitaban lubricación diaria. Por primera vez, un diagnóstico electrónico alertaba al operador y a los técnicos sobre posibles problemas antes de que estos se conviertan en fallas, aumentando la disponibilidad de la máquina.
A continuación, Volvo CE decidió adoptar un enfoque más innovador mediante la introducción de modelos con suspensión hidráulica, nivelación automática y control de estabilidad en todas las ruedas. Este sistema mejoró aún más el rendimiento en todo terreno, permitiendo que el articulado alcanzara mayores promedios de velocidad en superficies accidentadas y aumentara la productividad. Incluso a plena carga, la capacidad de los modelos de esta serie de “flotar” sobre terrenos accidentados sin “dar saltos” mejoró, asegurando una mayor comodidad y seguridad para los operadores.
La serie F trajo al mercado máquinas que no sólo cumplían los requisitos establecidos por las normativas de emisiones Tier 4i (Estados Unidos) y Stage III B (Europa), sino también que presentaban un conjunto de mejoras en el mantenimiento, la funcionalidad y el diseño. Esta generación recibió Caretrack, el sistema de telemática de Volvo como elemento de serie, proporcionando funcionalidades que ayudan a la gestión de la flota, como la monitorización remota de una amplia gama de funciones, la localización, el consumo de combustible y las advertencias de mantenimiento.
Monitoreo del peso
Los modelos más grandes de la línea F se ofrecieron con el reconocido sistema de control de pesaje de carga, que monitorea la productividad contribuyendo a optimizar la carga transportada, reducir el desgaste de los neumáticos y disminuir el consumo de combustible. El sistema monitorea el peso transmitiendo los datos sobre la carga al software del articulado. Indicadores luminosos informan al operador del dúmper y al operador de la unidad de carga si el vehículo está con carga parcial, en exceso o nominal.
Otro paso importante se dio en 2014 con la serie G, que cumple las estrictas normas de emisiones Stage IV y Tier 4f. También incluye nuevas características que aumentan la productividad y la comodidad del articulado. El concepto ya comprobado de frenos de discos múltiples húmedos, refrigerados en baño de aceite, en los modelos A35 y A40 también se introdujo en el A25G y el A30G, reduciendo los costos de mantenimiento y aumentando la disponibilidad de la máquina, incluso en patios de obra con mucho barro o polvo.
El Control Automático de Tracción ha colocado a Volvo a la vanguardia del segmento
Volvo nunca ha dejado de estar a la vanguardia en dúmperes articulados, un segmento que inventó a partir del desarrollo del primer modelo en Suecia, en los años 60. Este liderazgo es el resultado, principalmente, de las numerosas innovaciones, como ocurrió, por ejemplo, con el lanzamiento del ATC (Control Automático de Tracción, del inglés Automatic Traction Control).
El sistema desarrollado por Volvo CE ha permitido nuevos avances en las actividades de transporte. El ATC automatiza los cambios de los modos de tracción (6x4 ó 6x6). Gracias a ello, el operador no tiene que preocuparse de elegir el mejor modo de tracción a lo largo del recorrido. Por consiguiente, puede centrarse en la conducción y el equipo estará siempre en la configuración más adecuada, proporcionando una mayor capacidad de tracción y ahorro de combustible. Múltiples sensores comprueban continuamente las diferencias en la velocidad de rotación de los cardanes del tren motriz.