RA.IN.COOP.: El adiós a la última heredera de AMDET
> Foto: Alberto Kaselis
La herencia de AMDET parece haber sido “maldita” ya que las tres cooperativas que vieron su nacimiento a partir de que la Intendencia Municipal de Montevideo decidiera desvincularse de la empresa municipal de transporte, han quedado en el camino. En el año 1992, COOP.TROL y C.O.T.SUR, y ahora RA.IN.COOP., han corrido igual suerte.
La empresa Raincoop dejó de circular el viernes 10 de junio. El servicio se retomará en unos 10 días. Se redistribuirán las líneas que dejó COME, la que decidió retirarse de las negociaciones por las líneas que dejó Raincoop, que se estaba realizando junto a Ucot y Coetc.
Hasta el momento está acordado que la empresa Coetc tome las líneas 2, 71, 79, L12 y 222, mientras que Ucot se encargará de la 17, 76, DM1, CA1, L17, L18, L21, L20 y 221.
Esta prevista que COME se encargara de las líneas 14, 77, 21 y CA1. Según informó Aguirre Coetc y Ucot expresaron su interés en quedarse con esas líneas, pero la oferta deberá ser analizada por la Intendencia.
Las últimas noticias sobre la actualidad y agonía de la cooperativa fueron portada de todos los medios pero desde Transporte Carretero queremos darle otro enfoque, y por ello repasamos parte de su historia, de la cual en más de una vez fuimos testigos como en los momentos de renovación de unidades o hasta cuando realizó donaciones de buses para que estudiantes del interior pudieran asistir a clases, en lugares tan distantes como Quebracho, Barra del Chuy o Tupambaé.
UN POCO DE HISTORIA
RA.IN.COOP fue creada ante la disolución de la empresa de transporte municipal Amdet, junto a las cooperativas COT.SUR. y COOP.TROL.
Como caso anecdótico, el nombre de la cooperativa nada tiene que ver con los servicios que realiza. Rápido Internacional Cooperativo fue tomado de otro emprendimiento que no llegó a concretarse en su idea original y por falta de tiempo, y ante los estatutos ya formados de esta cooperativa, se tomaron los mismos para comenzar a operar.
Con más de 400 cooperativistas, 70 unidades de origen Ingles marca Leyland y 7 líneas comenzó a operar RA.IN.COOP. el 13 de mayo de 1975, y al igual que su antecesora supo tener varias dificultades, peligrando incluso su sobrevivencia. Antes de terminar la década de 1970 ya estaba imposibilitada de hacer frente al pago de las unidades que utilizaba para los servicios. Si bien esta situación fue superada con mucho esfuerzo, en los ochenta surge la necesidad -ante una reglamentación- de contar con otras unidades para la línea suburbana 221.
Ante la imposibilidad de adquirir ómnibus que se adaptaran a los requerimientos solicitados, se llegó a pensar incluso en la pérdida de la importante línea que unía Solymar con Montevideo, pero finalmente se recurrió a contratar nuevas unidades que cumplieran con la normativa.
Con tenacidad y esfuerzo se logró superar esta dificultad y realizar el servicio; mientras esto sucedía las unidades propias se iban deteriorando, lo que dificultaba la operativa, ya que tenían un alto costo de mantenimiento.
A los clásicos Leyland, a los que los usuarios ascendían por la puerta trasera, se fueron sumando unas pocas unidades, al igual que en los servicios suburbanos para los que se compraron unidades usadas.
Estos vehículos eran totalmente insuficientes para hacer viable la empresa y a comienzos de la década de 1990 la situación se agravó y nuevamente estuvo en riesgo la continuidad de la misma. Finalmente la cooperativa pudo integrarse al Sistema Nacional de Renovación de Flota mediante el cual pudieron renovar.
Al tiempo que recibían los primeros ómnibus, la cooperativa se agrandaba ya que pasaba a cumplir dos de las líneas de Cotsur, que no logró superar las dificultades. Las líneas 17/Punta Carretas-Casabó y 76/Punta Carretas-Cerro se sumaban a las ya existentes 2/Malvín-Lezica, 14/Aduana-Pocitos, 21/Plaza Independencia-Puente Carrasco, 71/Aduana-Instrucciones y Mendoza, 77/ Plaza Independencia-Punta Gorda, 79/Plaza Independencia-Villa Española y D10/Ciudad Vieja-Puente Carrasco.
El proceso de renovación de flota, que comenzó en el año 1992 y terminó en 1994, dejaba en evidencia el estado de las viejas unidades, las empresas colegas vendían al interior los ómnibus radiados del servicio, mientras los Leyland de Raincoop en su mayoría no tuvieron utilidad alguna una vez descartados del servicio.
Al año de culminar la renovación comenzó a explotar una nueva línea, así fue que en plena temporada veraniega cubrió la nueva línea 222 que llegaba hasta Parque del Plata. En poco tiempo pasó a ser una línea fundamental por su recaudación.
Más adelante, nuevamente las dificultades rondaban a los cooperativistas y las autoridades del MTOP de la época revocaron ese permiso que al poco tiempo dejó de brindar.
De nada valió presentar ante las autoridades la recolección de firmas de los vecinos para mantener vigente el servicio, sobre todo de la parte norte de Parque del Plata, y los diferentes recursos que presentó la cooperativa: esa importante fuente de ingresos se perdía.
A pesar de ese duro revés continuaron adelante y la segunda mitad de los noventa transcurrió sin importantes cambios. Si bien en plena crisis Raincoop fue capaz de adquirir nuevas unidades, incluso de inaugurar alguna línea, la importante caída en la venta de boletos y la situación financiera fueron factores insalvables para caer en una crisis interna.
En 2005 las nuevas autoridades del MTOP le otorgaron devuelta el permiso para operar la línea 222, allí la cooperativa tuvo que adecuar varias unidades del sector urbano para cumplir con las dos líneas suburbanas. Si bien esta línea fue trascendental, lejos estuvo de ser suficiente para mejorar la situación financiera que nuevamente ponía en peligro la continuidad de la transportista.
El notorio deterioro de la flota, renovada hacía poco más de 10 años, y varias unidades adaptadas para cumplir con la línea 222 eran el reflejo del mal momento que atravesaban los transportistas. Ya en agonía, Raincoop es salvada al igual que en otras oportunidades por una herramienta fundamental para el transporte, y que quedará marcada para siempre, como lo es el fideicomiso de combustible que todos los transportistas conocen.
En el 2007 y gracias a este sistema, la empresa pudo incorporar ocho nuevas unidades destinadas al sector suburbano, sustituyendo las unidades provisoriamente adaptadas. Un año más tarde se sumaron varios ómnibus destinados a diferentes servicios, contando con micros, unidades urbanas y suburbanas, llegando incluso a incorporar dos unidades de piso bajo para la línea céntrica CA1.
Cuando cumplía sus 35 años de actividad la cooperativa contaba con casi 660 trabajadores y una flota de 150 ómnibus, habiendo renovado 52 de ellos en los últimos tres años.
El 2011 la cooperativa recibe su mayor número de unidades nuevas -68-, lo que hacía pensar sobre un buen momento, y a eso debemos sumarle que al año siguiente incorporó 4 ómnibus más para sus servicios suburbanos, cerrando así la parte de renovación.
En este aniversario número 41 de la cooperativa ya está todo dicho, RAINCOOP deja de existir, su personal y unidades serán parte de otras empresas, pero esa es otra historia.