Política de transportes de la UNIÓN EUROPEA
El transporte es un sector clave de actividad: aporta una importante contribución a la economía (4,8% del valor añadido bruto para el conjunto de los Veintiocho, equivalente a 548.000 millones de euros) y genera más de 11 millones de puestos de trabajo en Europa.
La Comisión Europea tiene como objetivo desarrollar y promover unas políticas de transporte eficientes, seguras y sostenibles, que creen las condiciones para una industria competitiva y generadora de empleo y prosperidad.
Principales retos para el transporte europeo
A medida que crecen las necesidades de movilidad de nuestra sociedad, las políticas de la UE contribuyen a superar los principales retos a los que se enfrentan los sistemas de transporte.
- Congestión de las carreteras y el tráfico aéreo: ya tiene un coste cercano al 1% del PIB anual europeo y las previsiones anuncian un aumento del transporte de pasajeros y mercancías.
- Dependencia del petróleo: a pesar del incremento de la eficiencia, el transporte todavía depende del petróleo para cubrir el 96% de sus necesidades de energía. En el futuro, el petróleo será cada vez más escaso y deberá obtenerse en regiones inestables del planeta. Se prevé que para 2050 el precio habrá aumentado en más del doble con respecto a 2005.
- Gases de efecto invernadero: de aquí a 2050 la UE tendrá que reducir las emisiones del sector del transporte un 60% en comparación con los niveles de 1990, si se quiere que el calentamiento global no supere los 2 grados.
- Las infraestructuras presentan una calidad desigual en la UE.
- Competencia: el sector de los transportes de la UE se enfrenta a una competencia creciente en los mercados de transporte de otras regiones del mundo, en rápida expansión.
Logros de la UE en el transporte
Gracias a las políticas de la UE, en los últimos 20 años se ha observado un progreso considerable en el sector europeo de los transportes, que se traduce en:
- Más seguridad en el transporte aéreo, marítimo y por carretera.
- Jornadas laborales dignas para los trabajadores del sector.
- Más opciones de transporte para viajeros y empresas.
- Menos contaminación.
- Avances tecnológicos hacia un transporte más limpio.
Más competencia
Transporte por carretera: ahora los camiones pueden prestar servicios fuera de sus países de matriculación, lo que reduce los viajes de vuelta sin carga. Esta nueva flexibilidad fomenta la competencia, aumenta la calidad de los servicios de mercancías y de pasajeros, reduce costes e incrementa la eficiencia de los desplazamientos, reduciendo con ello la contaminación. Además, la adopción de normas técnicas comunes ha permitido mejorar la seguridad.
Transporte aéreo: viajar en avión es cada vez más sencillo y barato, pues surgen nuevas compañías aéreas, aumenta el número de rutas y se prestan cientos de servicios de conexión entre un gran número de aeropuertos europeos. La UE contribuirá a mantener esa evolución a través de su iniciativa de Cielo Único Europeo. Los acuerdos de “cielos abiertos” hacen posible que las compañías aéreas de la Unión Europea vuelen desde cualquier aeropuerto de la UE a destinos de otros países. También existen acuerdos de este tipo con EE. UU., Canadá, Israel, los países de los Balcanes, Marruecos, Jordania, Georgia y Moldavia, y seguirán otros más.
Transporte ferroviario: Toda empresa que cuente con una licencia puede prestar ya servicios ferroviarios en cualquier lugar de la UE. La red de alta velocidad se ha desarrollado enormemente en los últimos años, lo que permite a los pasajeros ahorrar tiempo y dinero. Otras mejoras están en camino.
Transporte marítimo: El 75% del comercio europeo con otros países y el 40% del transporte europeo de mercancías se hacen por vía marítima. Además, unos 400 millones de pasajeros utilizan cada año las vías navegables europeas. La apertura del mercado marítimo ha hecho posible que las compañías del sector operen libremente en otros países además de los suyos.
En 2014, el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo acordaron impulsar para 2025 el desarrollo de una red principal de puntos de repostaje de gas natural licuado en los puertos marítimos clave de la red transeuropea, además del suministro de electricidad desde la red terrestre.
Derechos de los pasajeros
Quienes viajan por la UE están protegidos por el mayor conjunto de derechos de los pasajeros que hay en el mundo, aplicable a todos los medios de transporte: avión, tren, barco y autobús o autocar.
Seguridad en los desplazamientos
El número de víctimas mortales en las carreteras europeas se redujo a la mitad entre 1992 y 2010 (pasando de 70.000 a 31.000). Entre 2010 y 2013, la cifra se redujo un 17% más. Esto significa que la UE está en el buen camino para conseguir su objetivo estratégico de lograr una nueva reducción del 50% de las víctimas mortales en carretera antes de 2020.
Las compañías aéreas inseguras tienen prohibido volar en la UE
Se ha reforzando la normativa de seguridad marítima, que ahora prevé inspecciones de buques más rigurosas, sanciones para la contaminación causada por negligencia grave y una aceleración de la retirada progresiva de los petroleros monocasco.
La UE establece normas de seguridad y protección y financia exclusivamente los nuevos proyectos de infraestructuras que las respetan.
La UE coopera con organizaciones como la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y la Organización Marítima Internacional (OMI) para promover normas de seguridad y protección en el resto del mundo.
Inteligente y sostenible
La UE apoya la investigación y la innovación, así como el despliegue eficaz de nuevas tecnologías ecológicas de transporte.
Por ejemplo, las nuevas normas obligan a los países de la UE a fomentar las tecnologías limpias (como los coches eléctricos o de hidrógeno y los camiones, barcazas y barcos con motor de gas) mediante la instalación de un número mínimo de estaciones de recarga y repostaje.
Financiación de las infraestructuras
Desde enero de 2014, la UE cuenta con una nueva política de infraestructuras de transporte que conectará el continente de este a oeste y de norte a sur.
El objetivo de esta política es cubrir las lagunas entre las redes nacionales de transporte, eliminar los cuellos de botella que todavía dificultan el buen funcionamiento del mercado único y superar obstáculos técnicos como la existencia de normas ferroviarias incompatibles.
Esta política, que recibirá hasta 2020 un presupuesto de 26.000 millones de euros con cargo al Mecanismo “Conectar Europa”, también se beneficiará del plan trienal de inversiones de la Comisión, concebido para movilizar como mínimo 315.000 millones de euros de inversión pública y privada de aquí a 2017.
RETOS FUTUROS
• Aumentará la demanda de transporte (se espera que solo el transporte de mercancías crezca un 80 % para 2050) y se mantendrá la tendencia a la urbanización.
• El sector del transporte de la UE, especialmente el transporte por carretera, depende casi exclusivamente del petróleo como fuente de combustible. Habida cuenta de la inestabilidad de los mercados del petróleo y de las probables dificultades para extraer este combustible en el futuro, es preciso encontrar alternativas fiables.
• La UE se ha comprometido a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero al menos en un 80 % de aquí a 2050. El transporte -gran contaminador y responsable de una cuarta parte de las emisiones de GEI de la UE- tendrá que hacer una contribución importante de cara a alcanzar ese objetivo.
• Uno de los peores problemas del transporte es la congestión, sobre todo en las carreteras y en el espacio aéreo. Le cuesta a Europa alrededor del 1% de su PIB cada año y también produce grandes cantidades de carbono y otras emisiones no deseadas. Es un problema que debería solucionarse.
• Es preciso aumentar la eficiencia en el transporte, que pasa por mejorar la logística y por implantar «comportamientos de viaje» más inteligentes, que utilicen del mejor modo las modernas tecnologías de la información y la comunicación y los satélites.
• En lugar de utilizar un único tipo de transporte, Europa debe combinar mejor todos los medios y redes disponibles para así optimizar su utilización y capacidad.
• La investigación y la innovación mantendrán la competitividad del sector de los transportes europeos en el mercado mundial y lo situarán en la vanguardia de los avances tecnológicos.
• Infraestructura: el objetivo es mejorar, actualizar y completar la Red Transeuropea de Transportes, integrar mejor el transporte por carretera, ferroviario, aéreo y por vías navegables (marítimo y fluvial) en una cadena logística sin fisuras, eliminar los principales puntos de embotellamiento e introducir las conexiones que faltan, en particular de tipo transfronterizo. La infraestructura europea de transportes debe modernizarse y mantenerse, y la financiación necesaria debe proceder de fuentes tanto públicas como privadas.
• Aunque en los transportes se ha avanzado mucho hacia la realización del mercado interior, se debe seguir trabajando en sectores como el de carretera o el ferroviario para abrir los mercados y garantizar una competencia leal y abierta.